Para los hispanohablantes y los latinoamericanos, raza y etnicidad son complicadas. Desde el principio de la colonización española, el mestizaje entre españoles blancos, indios marrones, y esclavos africanos se consideró normal. Esta mestizaje fue el comienzo de un camino difícil para los hispanos cuando llegaron a los E.U. y trataron de identificarse en el sistema racial rígido de blanco y negro.
En las colonias de Norteamérica, el mestizaje entre blancos, indios y esclavos negros era tabú. Para los puertorriqueños que migraron a Nueva York en los años cincuenta del siglo XX, su posición social y en cuál barrio que vivían a menudo dependía de si eran bastante blancos para pasar por italiano, o si eran de piel oscura y se identificaron como negro.
Aunque la raza no se define en estas líneas distintivas en este tiempo, la gran parte del estigma se ha desplazado a la población de inmigrantes, que tienen caras bronceadas y marrones. El 63 por ciento de los hispanos en los E.U. dijo que eran de origen mexicanos. Mexicanos, puertorriqueños y cubanos constituyen la mayor parte de la población hispana en los E.U., pero los guatemaltecos, salvadoreños y colombianos son algunos de los grupos del crecimiento más rápido, según el censo de 2010.
En 50 años, el demográfico hispano se proyecta para convertirse en el grupo minoritario más grande en este país. No sólo mexicanos, pero todos los hispanos.
Es una generalización enorme decir que todas las personas que hablan español son de México. Simplemente, no es lo mismo, con acentos diferentes, tradiciones variadas e historias diversas. Todos nosotros estamos muy orgullosos de nuestras culturas y países, y nos empequeñece a tomar todas nuestras culturas y se transforma en este estereotipo de inmigrante mexicano. Aun en el E.U., hay una gama enorme de acentos y subculturas desde el noroeste hacia el sur hasta el noreste. Entonces, ¿cómo podría olvidarse los otros 20 países en Latinoamérica? Si no sabes de dónde es alguien, es mejor preguntar que asumir que son mexicano.
El problema no es sólo que somos asumidos a ser mexicanos. Con treinta y uno estados y una historia larga, su cultura es igualmente rica como el resto de Latinoamérica. Los estereotipos que la gente tiene aquí en los E.U. a cerca de los mexicanos y los latinos en general es que lo hacen difícil. La mayoría de nosotros no somos inmigrantes indocumentados, “robando trabajos” de estadounidenses.
Hay un gran estigma contra las poblaciones de hispanos indocumentados, y por la brecha del idioma, otros sienten que los hispanos no tienen educación y no pertenecen en este país. Pero esto simplemente no es cierto. Los hispanos en todo el país están haciendo contribuciones increíbles a esta sociedad. Sonia Sotomayor, una juez asociada el la Corte Suprema, es puertorriqueña y nació en la ciudad de Nueva York. En la última elección presidencial, algunos 9,7 millones hispanos votaron. Aquí en N.C. State, el decano de ingeniería, Louis A. Martin-Vega, es puertorriqueño.
El punto es que no todos encajan en el estereotipo del molde hispano o latino. Representamos muchas culturas y tenemos costumbres y comidas únicas. No asumir que sean mexicanos por tener el pelo oscuro y estar bronceado. No nos clasifiquen como blancos porque no parecemos latinos. No somos de color negro, no somos blancos, y por favor, no todos somos mexicanos. Nuestras culturas definen lo que somos, no nuestro color de piel. Somos latinos.