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Cuando Presidente Barack Obama se dirigió a varios estudiantes mexicanos en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México en mayo de 2013, tenía grandes esperanzas para el crecimiento de la economía mexicana. “De hecho, veo un México que ha levantado millones fuera de la pobreza,” dijo Obama. “Por los sacrificios de generaciones, una mayoría de mexicanos se llaman parte de clase media, con una calidad de vida de la cual tus padres y abuelos sólo podían imaginar.”
Aunque sea la verdad, datos colectados por el Centro para Investigaciones Económicas y Políticas en un reporte publicado en febrero de 2014 indica que los niveles de pobreza están, a base de porcentaje, más o menos igual a los de 1994, cuando el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio [NAFTA] entre México, Canadá y Estados Unidos empezó. Según este reporte, esto traduce a un aumento en aproximadamente 14 millones de personas viviendo bajo el límite de pobreza en 2012 en comparación con 1994.
Aunque algunas fuentes apuntan a NAFTA como la primera causa para la caída de la economía de México—con diversos subsidios y pólizas económicas que hicieron difícil para las industrias mexicanas que querían competir—no toda la caída económica de México en las pasadas dos décadas se pueden atribuir a NAFTA. México ha sufrido sus propias crisis, incluso la crisis de la moneda en 1994, cuando el peso mexicano sufrió una caída rápida y dramática en valor.
Pero ya que México sí depende tanto en los Estados Unidos para sus mercados, desaceleraciones económicas como la crisis de vivienda de 2006-2007 y la recesión de 2009 también ha hecho daño a la economía mexicana.
Desde 2005, líderes de los gobiernos de los EEUU, Canadá y México se ha reunido anualmente en la Cumbre de Líderes Norteamericanos para discutir maneras de hacerse en socios mejores en el acuerdo NAFTA.
La cumbre más reciente tomó lugar en Toluca, México, el 19 de febrero cuando Obama y Primer Ministro canadiense Stephen Harper se reunieron con Presidente mexicano Enrique Peña Nieto para discutir una agenda que incluyó mejores políticas económicas, reformas en energía y cooperación reguladora.
Aunque la inmigración y la guerra antinarcótica siguen siendo temas importantes entre México y los EEUU, Peña Nieto ha enfatizado mejoramientos en la economía como un primer método de curar el epidémico de emigración que México se ha enfrentado en estas dos décadas pasadas. En sus primeros dos años en el poder, Peña Nieto ha abierto la industria de petróleo y gas en México a la inversión extranjera y ha tomado pasos para combatir monopolios, entre otras políticas económicas.
También ha dado zancadas para comprometerse más en comercio en el extranjero, y está bien involucrado en la Colaboración Trans-Pacífica, un acuerdo que, si aprobado, aumentaría opciones de comercio con territorios pacíficos como Japón y China.
Además de políticas económicas, Peña Nieto también ha tomado algunas medidas para luchar contra la corrupción. Durante su campaña en el princípio de 2014, Peña Nieto estableció la Comisión Anticorrupción Nacional.
Sin embargo, la desaparición de 43 estudiantes secuestrados por policía durante una protesta en Septiembre 2014 pareció a destruir todas las promesas de luchar contra la corrupción. Según Univisión Noticias, fue descubierto que la esposa del alcalde que llamó a la policía para interrumpir la protesta tuvo conexiones familiares a Guerreros Unidos, un grupo narcotráfico responsable para la matanza de los mismos estudiantes.
Después de la desaparición, Peña Nieto no lanzó un comunicado a las familias inmediatamente después del incidente, y policía no ofreció una declaración sobre lo que pasó a los estudiantes. Un congresista dijo en una conferencia de prensa, “Ya me cansé,” una frase que el pueblo mexicano empezó a utilizar en las redes sociales y en manifestaciones.
En diciembre, Secretario de EEUU John Kerry se reunió con Peña Nieto y accedió a ayudar el presidente mexicano en el establecimiento de una fuerza distinta de policía para luchar contra la corrupción.
Este esfuerzo se presenta en momento que el gasto de Peña Nieto ha sido un polémico para el pueblo mexicano.
Jorge Ramos, un periodista famoso que ganó el premio Burton Benjamin de 2014 por su carrera en periodismo, dijo en su discurso, “Hay un gran conflicto de interés en México. Un contratista del gobierno está financiando una casa de $7 millones de la esposa del presidente. Esto no está salvando a México. Es corrupción.”
El desdén de México para la respuesta de Peña Nieto a la desaparición de los 43 estudiantes y la construccion de la Casa Blanca para su esposa causó a estudiantes a insistir que Peña Nieto renunciar su presidencia en diciembre. Peña Nieto no renunció, y en lugar de renunciar se reunió con John Kerry y, más recientemente, Obama en Washington D.C., una reunión saludado por una ola de protestas en la capital estadounidense.
¿Han mejorado las relaciones entre los EEUU y México desde que Obama y más importante, Peña Nieto asumió el cargo? Uno puede decir sí, basado en comités, programas e iniciativas nuevos diseñados para encender las dos economías. Estos eventos y reuniones deberían ser tomado con un granito de sal, con respecto a otros sucesos actuales que han pasado.