Cuando era más joven, mis padres y yo solíamos sentarnos en el sofá y mirar las noticias de la noche en el canal de habla hispana. Recuerdo los comerciales en los que elegían a una figura Latinx y la proyectan como un ejemplo del Orgullo Latinx. “El Orgullo Hispano”, lo llamaban. Yo miraba y pensaba, “Un dia, ese ejemplo seré yo”. Sonia Sotomayor, “El Orgullo Hispano.” Oscar De La Hoya, “El Orgullo Hispano.” Nancy Pelosi, “El Orgullo Hispano.” Mis padres querían inculcar orgullo cultural en mi, con esperanzas de que yo nunca me olvidara de que crecí en una situación diferente al de ellos: los Estados Unidos.

Mis padres emigraron desde Costa Rica para obtener una mejor educación y una vida mejor. Mi padre dejó la escuela a una edad temprana, y mi madre nunca logró completar su sueño de ser chef, pero ambos estaban de acuerdo con que sin una educación, no podrían ser exitosos. Ambos fueron a un colegio comunitario para concretar esa educación. Recientemente, mi madre celebró su decimoquinto año como enfermera certificada (CNA, por su sigla en inglés), y mi padre está por culminar su tercera década trabajando en textiles y en la industria mueblera.

Mis padres triunfaron en inculcarme el orgullo cultural, y también tuvieron éxito en inculcar la disciplina necesaria para conseguir una educación en lo que amo; esto, sin embargo, fue difícil. Ellos no sabían nada acerca de aplicar para universidades ni sobre cómo financiar mi educación universitaria. En la secundaria, no sabía cómo elegir una universidad, ni que tenía que visitar alguna antes de decidir si debía aplicar o ir. La primera vez que pise nuestro campus fue durante la orientación estudiantil al principio de mi primer semestre.

La educación terciaria es difícil; yo todavía no la entiendo por completo. En un principio, no sabía que las pasantías eran importantes, ni que obtener un Máster o un PhD era algo posible. Fue una llamada para que me enfocara mas en mis asuntos académicos, pero también fue difícil porque tuve que lidiar con conectarme con mi cultura. Por mucho tiempo, tuve que lidiar con venir de una familia de hispanohablantes de piel marrón, y con vivir en una comunidad predominantemente blanca y angloparlante. Estar sola en NC State y sin mis padres me ha ayudado a acercarme mas a mi cultura. Todos los días, agradezco a mi familia, a mi patrimonio, y doy gracias por su apoyo incondicional para que pueda obtener mi título.

Habiendo dicho eso, tambien me he sentido sola en mi universidad. Me he forzado a mi misma para encontrar mi comunidad, y la encontré en el Gobierno Estudiantil. Yo los considero mi familia. A través de ellos, he logrado recibir recursos que necesitaba desesperadamente. Si hay algo de lo cual me arrepiento, es de que no me he involucrado con mi comunidad Latinx tanto como hubiera podido. Espero lograr más cosas durante mi último año aquí.

He decidido ser candidata a Presidente del Cuerpo Estudiantil, absolutamente nerviosa, sabiendo en el fondo que si no tomaba este riesgo, si no le devolvía más a este campus que me ha dado tanto, me arrepentiría para siempre. No pensé que iba a ser la primera Latinx presidente hasta luego de empezar mi campaña. Mientras que me ha ayudado a esforzarme aún más, esta campaña no era sobre mi, ni sobre mi compañera de fórmula, Mia; era acerca de los estudiantes que quieren que sus voces sean escuchadas.

Es increíble ver quien te apoya cuando uno lo necesita: gente con la que interactué en mi primera semana de clases, gente que ni siquiera sabía que estaban donando dinero para mi campaña, gente con la que jamás he interactuado pero que pintaron carteles en nuestro apoyo. Me di cuenta que los estudiantes me apoyaron a mi y a Mia por nuestro mensaje y porque realmente creen en nosotros.

Ser la primera presidente Latinx será una oportunidad increíble para alguien como yo, que viene de un pueblo pequeño y es hija de dos inmigrantes trabajadores. Es una tarea importante que aun tengo que captar completamente. Asumiré la posición el 29 de marzo. El proximo año sera un viaje del cual quiero asegurarme que todos sean parte.  

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